
EveR-1, el último robot presentado hasta el momento en Corea del Sur, mide 1,60 m, pesa 60 kg y ha sido diseñado para parecerse a una mujer de poco más de 20 años.
Es capaz de mover la parte superior de su cuerpo, distinguir caras mediante sus cámaras montadas en los ojos e incluso seguirte con la mirada mientras habla utilizando unos labios perfectamente sincronizados con la conversación.
La cara del robot puede registrar múltiples emociones simuladas, incluyendo felicidad, ira y tristeza, y su piel está hecha de un gel de silicona que imita el tacto de la piel humana.
Todavía no puede caminar, pero eso es solo cuestión de tiempo.